La necesaria transformación digital de la industria española
La digitalización supone, sin género de duda, una gran oportunidad para la industria europea y la española. Ofrece la posibilidad de incrementar la productividad y la competitividad de nuestras empresas, generando mayores tasas de crecimiento y de creación de empleo en nuestra economía. La principal diferencia de esta cuarta revolución industrial frente a revoluciones anteriores radica en que las anteriores revoluciones introducían mayores o menores mejoras en los procesos productivos a lo largo de la cadena de valor.
Sin tecnología no hay industria 4.0
El sector industrial está sometido a una gran presión. La personalización de la producción en serie, procesos cada vez más rápidos, plazos de entrega más cortos, productos más complejos y más flexibilidad para adaptar la fabricación a una demanda variable. Las necesidades del mercado van in crescendo a medida que avanzamos hacia la industria 4.0 y es que, lo que hace apenas cinco años era prácticamente impensable, hoy es posible. Ya podemos desde comprar un coche a golpe de ratón y elegir entre 11.000 opciones distintas sin tener que acudir a un concesionario hasta simular todo un proceso de producción en
El papel del Santander como impulsor de la transformación digital
El apoyo de Banco Santander al Primer Congreso de Industria Conectada muestra nuestro compromiso con la innovación y la apuesta por la digitalización de la economía española. En Santander queremos ayudar a promover que las empresas españolas sean actores importantes del proceso de digitalización global. Los bancos podemos jugar un rol importante, no sólo como motor de financiación, sino como dinamizador de relaciones entre las distintas industrias.
La revolución digital llega a la industria
Nos encontramos ante un mundo en constante cambio. Especialmente en el ámbito de la fabricación y distribución. Hoy disponemos de oportunidades inimaginables hace muy poco. Se estima, por ejemplo, que la fabricación aditiva representará el 5% de la capacidad de fabricación del planeta antes de 2020, lo que hará de la impresión 3D una industria de 640.000 millones de dólares. También somos testigos de los enormes progresos en computación cuántica para desarrollar ordenadores extremadamente rápidos, lo que permitirá realizar cálculos, simulaciones o análisis que ahora no son viables. El caso del gemelo digital –que reproduce virtualmente no sólo el diseño