La nueva fabricación inteligente
Presente ya en muchos productos y servicios que adquirimos, la Inteligencia Artificial sigue madurando en el ámbito de la fabricación industrial y es una de las principales tendencias en el desarrollo de soluciones tecnológicas para empresas. Sin duda, su implementación promete grandes beneficios en productividad y será uno de los factores que determinen a medio plazo el futuro de las empresas industriales. Por ejemplo, en Accenture estimamos que el impulso de la Inteligencia Artificial en ingeniería mecánica y en la construcción de plantas industriales puede suponer hasta un 39% más de rentabilidad en las ventas para 2035. De esta manera, la IA no solo produce grandes beneficios, sino que, además, también permite un mayor crecimiento.
A través de algoritmos, la IA puede acelerar los procesos y hacerlos mucho más accesibles. Se está produciendo una imparable evolución hacia un nuevo modelo orientado a la transformación digital de muchos de los procesos, procedimientos y formas de trabajar. Pero la IA es mucho más. Usada correctamente, esta tecnología puede abrir a las compañías a nuevas formas de entender los datos para desarrollar nuevos y mejorados productos industriales que supongan un valor añadido.
¿Y qué beneficios puede suponer exactamente la implementación de la Inteligencia Artificial? Desde Accenture, hemos identificado tres argumentos lo suficientemente sólidos como para que los fabricantes decidan dar el paso definitivo hacia su implementación: una utilización de los datos más inteligente, un trabajo más inteligente y la creación de mejores productos, también inteligentes. Un caso muy común son los sistemas de IA que ayudan a los empleados: en muchas fábricas ya están en funcionamiento los llamados cobots, que trabajan codo con codo con los humanos y pueden aprender operaciones manuales simples. Como no necesitan trabajo de programación, son mucho más flexibles. Y, aunque no suene tan atractivo como los robots, éstos pueden transformar los datos de manera que la toma de decisiones sea mucho más fácil y, además, se pueda mejorar la utilidad del producto, pues permite conocer los hábitos y preferencias de los usuarios.
En definitiva, la IA está lista para la industria y ha llegado para quedarse. Los primeros resultados obtenidos por los pioneros en implementarla han demostrado que los fabricantes pueden obtener un valor significativo mediante el uso de los datos, el machine learning y otras técnicas asociadas a esta tecnología. Aunque todavía hay tiempo, a pesar de la rapidez con que se producen los procesos, éstos han dejado muy claro que la velocidad de adaptación a las nuevas tendencias es clave para el éxito. Cuanto antes se empiece, mayores podrán ser los beneficios.
Carlos Gallego es managing director Accenture y responsable de Industria X.0