El I Congreso Industria Conectada 4.0, un paso a la acción para el impulso de nuestra industria
Más de 700 personas acudieron al I Congreso de Industria Conectada 4.0, un punto de encuentro abierto e integrador para conocer, compartir y contrastar experiencias y tendencias de referencia para que las empresas de nuestro país se sitúen en la vanguardia de esta nueva revolución industrial. La cita organizada por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, contó con el apoyo de cinco marcas impulsoras: Accenture, Banco Santader, Indra, Siemens y Telefónica. Además, la AEC era colaborador estratégico del Congreso.
Industria 4.0. La oportunidad de que todo se defina de nuevo
La cuarta revolución industrial es un concepto que ha pasado a formar parte de nuestro vocabulario diario, en especial para aquellos que vivimos en el mundo de la tecnología y tratamos de mirar hacia adelante. ¿Por qué la cuarta? La primera revolución industrial eliminó las barreras de la energía con el motor de vapor. La segunda disparó la productividad con la aparición de las cadenas de producción en masa. La tercera mejoró la sostenibilidad y la calidad.
La revolución digital llega a la industria
Nos encontramos ante un mundo en constante cambio. Especialmente en el ámbito de la fabricación y distribución. Hoy disponemos de oportunidades inimaginables hace muy poco. Se estima, por ejemplo, que la fabricación aditiva representará el 5% de la capacidad de fabricación del planeta antes de 2020, lo que hará de la impresión 3D una industria de 640.000 millones de dólares. También somos testigos de los enormes progresos en computación cuántica para desarrollar ordenadores extremadamente rápidos, lo que permitirá realizar cálculos, simulaciones o análisis que ahora no son viables. El caso del gemelo digital –que reproduce virtualmente no sólo el diseño
Telefónica impulsa la transformación digital hacia una industria conectada 4.0
Hablamos de la industria 4.0 como la cuarta revolución industrial. La digitalización está transformando todo a un ritmo vertiginoso. Y para ello todos los agentes implicados, empresas, ciudadanos y administraciones públicas, debemos adaptarnos a esta realidad para ser competitivos en este nuevo entorno. No cabe duda de que la digitalización plantea incertidumbres que tendremos que abordar, pero también proporcionará nuevas oportunidades de crecimiento económico y bienestar social que nos permitirá avanzar hacia una sociedad mejor. Tenemos la gran oportunidad de transformar la sociedad, las instituciones y la industria en particular. Esta realidad, unida a nuestras capacidades, nos motiva a impulsar esta