Industria 4.0. La oportunidad de que todo se defina de nuevo
La cuarta revolución industrial es un concepto que ha pasado a formar parte de nuestro vocabulario diario, en especial para aquellos que vivimos en el mundo de la tecnología y tratamos de mirar hacia adelante. ¿Por qué la cuarta? La primera revolución industrial eliminó las barreras de la energía con el motor de vapor. La segunda disparó la productividad con la aparición de las cadenas de producción en masa. La tercera mejoró la sostenibilidad y la calidad. La cuarta, combinando la conectividad y los datos, va a permitir eliminar las barreras del conocimiento.
En la actualidad estamos asistiendo a la conjunción de diversas tecnologías que posibilitan la aparición de un nuevo paradigma industrial, en el que los diferentes elementos de un proceso industrial colaboran entre sí. Las oportunidades de desarrollo tecnológico y crecimiento global son increíbles. Imaginemos, por ejemplo, la posibilidad de reconfigurar una planta de producción de automoción de manera casi instantánea a través de un modelado digital o “gemelo digital” de planta que predice comportamientos y optimiza funcionamientos. O poder predecir con antelación las cargas de trabajo de los diferentes elementos de una red logística para, por ejemplo, ofrecer esa capacidad excedente a un tercero.
¿Por qué ocurre esto ahora? Porque disponemos de avances tecnológicos que marcan la diferencia. Dentro de la evolución a 5G, empezamos a contar con nuevas tecnologías de comunicaciones que posibilitan escenarios que hasta ahora no eran posibles, como es el caso de LPWA, que se trata de una alta miniaturización de componentes hardware que dan inteligencia a lo que antes no la podía tener por coste, batería, o tamaño. También es posible soportar una mayor densidad de dispositivos conectados, por ejemplo, en una fábrica. Comunicaciones de baja latencia para sistema de tiempo real. Capacidades de procesamiento de datos, increíbles cerebros digitales capaces de tomar decisiones en tiempo real a partir de los datos que capturamos. Y, desde luego, una mayor sensibilidad y cercanía a la tecnología digital en los profesionales, con nuevos paradigmas de cultura de trabajo.
Aunque tradicionalmente se asocia el concepto de Industria 4.0 al de la Fábrica Inteligente o Smart Factory, en realidad trasciende al mismo ampliamente. Es cierto que las ventajas de un entorno inteligente colaborativo en un entorno de manufactura son muy evidentes para todos. Sin embargo, qué decir de un sistema de distribución de gas, donde la dispersión geográfica es enorme, pero los requisitos de control en tiempo real son igualmente críticos; o el caso de la minería donde la tecnificación de los procesos es ya increíble y mejoras en eficiencia de los mismos supone ahorros millonarios; o el de la logística, totalmente presente en cualquier negocio, clave para que los márgenes, cada vez más y más ajustados por la feroz competencia, sean positivos; o la gestión de entornos urbanos, donde la fragmentación de casos de uso, escenarios y elementos involucrados es enorme. Ningún sector va a quedar fuera de esta revolución y está en manos de todos posibilitar que estas mejoras ocurran.
Internet de las Cosas (IoT) juega un papel protagonista en este contexto, ya que comparte con la Industria 4.0 las mismas motivaciones y tecnologías de base: sensores y comunicaciones de nueva generación, servicios flexibles y analítica avanzada de datos que nos permiten predecir comportamientos con una precisión sorprendente.
Quiero resaltar la seguridad como un atributo clave, y que es una prioridad en todo lo que concebimos en Telefónica. Nuestros dispositivos, nuestras redes y nuestros servicios cuentan con capacidades de seguridad desde la fase de diseño, despliegue y operación, tanto en modo preventivo, como reactivo.
Desde Telefónica llevamos tiempo trabajando en este viaje, juntando los ingredientes necesarios para ser protagonistas en esta revolución. Sin detenernos en nuestro liderazgo en comunicaciones avanzadas desarrollamos capacidades internas de primera línea mundial en cuanto a procesado de datos y plataformas de servicios. Aplicamos la escala y flexibilidad de nuestra red de partners mundiales para poder ofrecer en cada escenario una solución específica para cada cliente que satisfaga sus necesidades de transformación digital en un tiempo récord. Y es que nos encanta y obsesiona a partes iguales aplicar la tecnología para solucionar las necesidades de nuestros clientes.
Desde Telefónica vamos a seguir desarrollando productos, servicios y capacidades para acelerar este proceso de desarrollo tecnológico, clave para nuestro país.
Vicente Muñoz, Chief IoT Officer – Telefónica