La doble transición de la industria
Las empresas manufactureras representan el 11,3% del PIB español, pero también son las responsables del 24% de todo el consumo energético del país y del 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, casi el 70% de las compañías españolas esperan que el cambio climático afecte a su estrategia operativa en los próximos 3 años.
Estos datos reflejan lo importante que es que la industria española se transforme digitalmente no sólo para seguir mejorando su competitividad, sino también para mejorar su entorno.
La contribución de la tecnología a la industria para que sea más sostenible se enfoca en cuatro aspectos principales: emplear menos recursos y materias primas, la búsqueda de fuentes de energía más verdes, la reducción en la emisión de gases contaminantes a la atmósfera y el fomento de la economía circular.
Y ya hay casos de uso prácticamente en todos los ámbitos que demuestran su eficacia. Por ejemplo, las soluciones de gestión de flotas permiten ahorrar un 15% del combustible al sector logístico, el despliegue de paneles solares fotovoltaicos está reduciendo la factura de electricidad de las compañías farmacéuticas en más de 200.000 euros anuales. Y el teletrabajo reduce la emisión del CO2 a la atmósfera, que en el caso del confinamiento fueron más de 2 millones de toneladas. El reacondicionamiento de la maquinaria ha hecho que las compañías de la construcción puedan usarlas en el reciclaje de baterías de vehículos usados.
Las soluciones de gestión de las operaciones en fábricas (Manufacturing Operations Management) y de gemelo digital también juegan un papel relevante en la sostenibilidad, ayudando a la industria a minimizar la huella ecológica y avanzar hacia prácticas más responsables con el medioambiente, optimizando los procesos productivos, reduciendo el desperdicio de recursos y energía y acelerando la innovación sostenible.
Finalmente, con el Big Data y a la Inteligencia Artificial (IA) podemos aprovechar la información que se genera en una fábrica para ajustar parámetros en toda la cadena de producción que reduzcan las emisiones entre un 15 y un 35%. Y añadiendo soluciones de analítica de vídeo podremos visualizar y desechar en tiempo real las piezas fabricadas que sean defectuosas, evitando gastar más recursos en productos inservibles.
Porque todo es medible. Para demostrarlo, creamos hace tres años una certificación respaldada por AENOR llamada Eco Smart que contabiliza el efecto medioambiental de las soluciones que comercializamos. Y actualmente más del 50% de las soluciones que ofrecemos a nuestros clientes cuenta con este sello.
Pero no nos quedamos aquí. Cuando estamos a punto de cumplir los 100 años de vida, nos estamos preparando para que toda la digitalización que ofrecemos sea verde en el futuro. Para el año que viene, está previsto el cierre de todas las centrales de cobre gracias al impulso que hemos dado al despliegue de las redes de fibra y en paralelo estamos potenciando el uso de la tecnología 5G, que es un 90% más eficiente que 4G en términos de consumo de energía por unidad de tráfico (W/Mbps).
La digitalización es clave para lograr los objetivos que tenemos en materia climática a nivel local y mundial. Por eso, desde las instituciones se están poniendo en marcha continuamente iniciativas para facilitar la transición verde como es el caso de los fondos NextGeneration EU, que ha destinado el 40% a este fin.
Autora: Nuria Alberca Gallego, Consultora Vertical de Industria de Telefónica España.
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